«Hay cosas que por mucho que se conviertan en costumbre, no se convierten en aburridas. Cada año tenemos la misma sensación de entusiasmo y novedad”. Ana González, alcaldesa de Gijón, apareció con entusiasmo en el recinto de los antiguos astilleros de Naval Gijón, en el regreso a casa de la Semana Negra, que vuelve a este emplazamiento tras dos años de limitaciones por la pandemia, en los que cambió de emplazamiento. El viernes será el corte de la cinta, que dará el punto de partida a la trigesimoquinta edición del certamen literario, que se alargará durante diez días, con la presencia de más de 150 autores. Pero este miércoles, en la carpa principal, muy cerca de los operarios que trabajan en los últimos detalles del montaje, tanto de la parte literaria como la lúdica, que vuelve con las casetas, carruseles o la noria, la Semana Negra echó ya oficiosamente a andar.